Asset management inmobiliario: donde la estrategia se encuentra con la ejecución


A diferencia de las inversiones financieras, los activos inmobiliarios se enfrentan al riesgo de daños, tienden a deteriorarse con el tiempo y hay que actuar en consecuencia. Y es ahí donde emerge el Asset management. Se trata de implementar una estrategia comercial, económica y técnica que permita maximizar el rendimiento de la inversión.

El Asset manager es la figura que configura el equipo de profesionales más adecuado para cada caso, trabaja para que la inversión del cliente no se deprecie y adopta medidas para mitigar el riesgo de la exposición inherente de la inversión.

Uno de los mayores valores que aporta el Asset management es la gestión de la información. Y es que hoy en día la gestión de datos es esencial. Las nuevas herramientas proptech permiten extraer tendencias donde antes sólo se observaban datos y hacerlo de una manera eficiente, en tiempo y costes. Las decisiones basadas en datos han de servir para nutrir y adaptar la estrategia en todo momento.

En los últimos años, las políticas ESG (Environmental, Social and Governance) se han configurado como un verdadero driver en la selección de inversiones. La pandemia, el auge del malestar social y la presión de la ciudadanía por la sostenibilidad y la justicia social han afectado a los criterios de inversión de muchos players.

Las acciones en materia de ESG deben implementarse de manera apropiada y complementaria a la estrategia de inversión subyacente, y como soporte de la propuesta de valor que el edificio debe ofrecer al mercado. La tendencia actual es ir hacia unos edificios smart, para atraer -y retener- a ocupantes dispuestos a realizar un mayor esfuerzo económico a cambio de un edificio con unos estándares de calidad y sostenibilidad mayores. De esta manera se podrá dar cumplimiento tanto a objetivos medioambientales como financieros de la inversión. La estrategia debe ser capaz de alinear ambos objetivos. Un buen Asset management es clave.